Tras años viéndola crecer a través de redes sociales y escuchando su evolución musical, Ariadna Cabrero, conocida como Ariann Music, regresa con una nueva propuesta que ha sorprendido a muchos: el bolero.
Acabas de lanzar una nueva canción, Fuiste tú, que ha tenido una gran acogida. ¿Cómo te sientes?
Estoy súper contenta. Como ya he dicho en otras entrevistas y también a mis fans directamente, esta etapa de mi carrera me llena muchísimo. Es un género que nunca había interpretado, pero que escucho todos los días. Poder cantarlo es algo maravilloso. Siento que me inspira muchísimo más que otros estilos. Es un género más romántico y, para mí, muy especial. También he hecho mucha publicidad orgánica, cuidando que no pareciera publicidad. Y la letra es romántica, sincera, cuenta una historia real. Creo que eso conecta mucho.
¿Cuándo comenzó tu relación con la música?
Desde muy chiquitita. Empecé a cantar con 3 años y a los 4 ya tocaba el violonchelo. Estoy muy agradecida, porque aunque en ese momento no decidí por mí misma, hoy sé que sin la música no sabría vivir.
Te hemos visto crecer por redes sociales, y, también, inevitablemente, todos estos años te han relacionado con tu hermano. ¿Ha sido difícil desligarte de esa imagen?
No, realmente no. Yo no comparto contenido con él, y lo que hago, lo hago porque quiero. Al final, es mi familia, pero mi carrera es mía y la gente tiene que entender eso.
Has probado varios géneros. ¿Qué tiene el bolero que no tienen los demás?
He hecho de todo: pop, afro… Pero el bolero me hace feliz. Es el género donde más destaca mi voz. Me siento cómoda, satisfecha y emocionada. Estoy en un momento en el que por fin hago lo que realmente amo. No busco viralidad, sino emoción.
¿Y no te han dicho que “los boleros ya no se llevan tanto”?
Sí, claro. Siempre hay quien te dice que puede ser complicado. Pero, ¿cómo saber si va a funcionar si no lo intentas? El reggaeton tampoco era industrial hasta que explotó. ¿Por qué no podrían volver los boleros? En su época eran tendencia. Quizás ahora, con 19 años, me toque a mí traerlos de vuelta.
¿Escribes tú las letras de tus canciones?
Muchas sí, y otras las compongo con mi productor. Nos sentamos juntos y salen cosas muy bonitas. Suelo inspirarme en vivencias mías o de personas cercanas. Por ejemplo, el próximo tema está inspirado en la relación de mi madre con su pareja actual, con la que tiene bastante diferencia de edad. Quiero hablar de ese tipo de amor que la sociedad a veces no entiende.
Has mencionado también a tu padre. ¿Fue difícil hablar de él públicamente?
Para nada. Estoy muy orgullosa de él. Aunque ya no está conmigo, lo siento muy presente. La canción que le dediqué, Dame una señal, es una forma de incluirlo en lo que más nos unía: la música.
Tus letras son muy personales. ¿No da vértigo que la gente conozca tanto de ti?
No. Soy muy transparente. Todo lo que escribo tiene un significado, una historia. Creo que eso es lo bonito de la música, que salga del corazón.
¿Qué artistas te inspiran en este nuevo camino del bolero?
Luis Miguel, Tamara, Rocío Dúrcal… Quiero que mis boleros suenen clásicos, que tengan ese sonido de antes. Quiero devolverle su lugar al bolero.
En tus canciones, hablas mucho del amor. Precisamente, tu relación de pareja ha sido muy estable desde muy jóvenes. ¿Cuál es el secreto?
(Ríe) Le quiero muchísimo. Lo importante es tener a la persona que amas de la mano, cuidar los detalles, hablar, escuchar… Es mi pareja, mi amigo, mi todo. Nos apoyamos siempre y eso es fundamental. Me acompaña, igual que yo a él, siempre.
¿Sueñas con llenar estadios?
Claro, sería brutal. Pero ahora mismo prefiero salas pequeñas, íntimas. Sentir cerca al público, poder abrazarlos. Eso es mágico. Si un día llega un estadio, genial, pero no tengo prisa.
¿Tienes algún ritual antes de salir al escenario?
No soy muy supersticiosa, pero suelo dar un beso a mi pareja, un abrazo a mi madre, y hacer un grito con mis bailarines: “¡Uno, dos, tres, brutal!”. Cada concierto es diferente.
¿Te ves siempre viviendo de la música o tienes un plan B?
Me veo siempre en la música. Soy muy cabezota. Además de cantar, toco el violonchelo, doy clases… Tengo mil planes B. Pero mi plan A siempre es la música. Y sé que va a funcionar, porque lo amo demasiado.
¿Cómo gestionas las críticas?
Llevo tantos años en esto que ya no me afectan. Hay gente que necesita criticar, y ya está. Pero yo sigo con lo mío. Lo importante es seguir trabajando desde la verdad.
¿Cuál dirías que es tu gran meta en la vida?
Mi gran meta es poder hacer música toda mi vida, vivir de ella, y que mis canciones acompañen a la gente en momentos importantes. No busco fama vacía, sino dejar huella en los corazones. Quiero que dentro de muchos años alguien diga: “Esta canción me marcó”. Eso sería lo más grande para mí.